Introducción

Este blog se creo con el propósito de compartir nuestras experiencias
en esta aventura llamada Homeschooling. Compartimos con nuestro lectores y
esperamos que compartan con nosotras.
¡Bienvenidos!

Monday, October 8, 2012

Una visita a la Casa Pueblo en Adjuntas, Puerto Rico

Al hacer una búsqueda de un mariposario encontré la referencia de la Casa Pueblo en Adjuntas.  Inmediatamente me comuniqué con los encargados del local.  Me informaron que su horario era de 8:00am a 3:00pm así que decidí comunicarme con mi hermana Lourdes para planificar la visita al pueblo montañoso del centro de la Isla.
Nos pusimos de acuerdo para el sábado temprano partir rumbo al sur.  Ese es un viaje que siempre disfruto pues los cambios en la vegetación de nuestro paisaje borincano es impresionante.  La cordillera central se luce en su imponente majestuosidad y belleza.  Es la barrera natural que divide claramente la Isla.  Esta vez encontramos verdor y frescura.  Otras veces se vé pasto seco pero en estos días el agua cayó con abundancia al sur de las montañas y el color fluía verde esmeralda y luz de sol.
Aprovechamos instruir a Mónica en todo lo que ha aprendido sobre la geografía de Puerto Rico. Además de la Cordillera Central, pudimos ver los llanos costaneros y más adelante pudimos apreciar hasta el carzo norteño.  Su mamá le mostró el islote de Caja de Muerto, que se veía muy bien desde la autopista.  También apreciamos los molinos de viento de Isabela que, dicho sea de paso es otro de los lugares a visitar.
Vimos la salida hacia Adjuntas no sin percatarnos de las enormes y admirables letras de P O N C E que le dan la bienvenida a todos hasta desde los satélites.
La carretera hacia Adjuntas ha cambiado mucho desde mi última visita en los 90.  Recuerdo que una amiga muy querida le decía "la carretera de las 365 curvas".  Era una carretera además de sinuosa muy oscura y fresca por la vegetación abundante en esa zona.  Ahora es una agradable y ancha carretera que muestra la bella naturaleza a la luz del sol.
Finalmente, llegamos al pueblo.  Como siempre buscamos la plaza y a su alrededor la Iglesia católica, la alcaldía y el comercio local.  Fue fácil conseguir un estacionamiento pues era temprano.  A diferencia de nuestro pueblo, Aguas Buenas, no hay parquímetros y la gente se puede estacionar en ambos lados de la calle en línea blanca.  
Rápidamente nos ubicamos en la plaza para sacarle fotos a Mónica que era nuestra razón de la aventura.  Visitamos la iglesia católica que tenía un batallón de mujeres limpiando dentro y fuera del templo.  Unos vitrales hermosos adornan sus ventanas brindando una atmósfera de culto a pesar del bullicio doméstico.
De ahí recibimos instrucciones para llegar a la Casa Pueblo.  Nos recibe gente amable y orgullosa de su labor de concienciación por la conservación.  Nos mostraron la historia de sus inicios en la lucha por la protección de terrenos.  La forma  en que pensaron como atraer a la gente y educarlas en el amor a su patria y evitar la destrucción de terrenos con las minas abiertas de cobre.  Nos mostraron sus proyectos para la protección y creación de áreas de bosque que son parte de nuestro patrimonio y que debemos conservar para generaciones futuras.  Conscientes de la necesidad de conseguir energía para ser autosustentable fueron los pioneros en tener plantas solares que dan energía eléctrica a la Casa.  Una de las formas de conseguir fondos para la casa además de la aportación de los visitantes, es la venta de café en grano y molido preparado por ellos mismos.  El famoso café Adjuntas, el cual disfrutamos una deliciosa taza que brindan gratis a los visitantes, provocó la inversión de la compra de un frasco del delicioso producto.  Dentro de las facilidades se encuentra además un huerto hidropónico, el mariposario de las hermosas Monarcas y una estación de radio.  Pueden obtener más información de Casa Pueblo en: http://www.casapueblo.org/
Pasamos a unos edificios aledaños en los que se daban clases de música y pintura.  En la clase de pintura se exhibe la obra del joven pintor Adams Ortiz Santiago.  El mismo autor de las obras nos insto a apreciar su arte abstracto y vigoroso de colores brillantes.
Luego de allí, llegada la hora del almuerzo, probamos las delicias que ofrece un recién estrenado restaurante de comida criolla, Jon-Jon.  Su dueño y familiares nos sirvieron amorosa y abundantemente.  Rico, como en casa.
Finalmente nos despedimos de este pueblo tan bonito que ya ansío volver a visitar.  










El regreso a nuestros hogares lo resumo como una aventura por los campos del centro de la Isla.  Perdidos, sin mapa, sin GPS, estuvimos en los recónditos montes de Lares hasta encontrar el pueblo.  Allí un gracioso artesano logró movernos el bolsillo para comprarle una lata con un gallito de madera incrustado y que tenía en su fondo amarrado un cordón.  Con un pedazo de cartón él lograba hacerlo sonar como el canto de un gallo o el cacareo de una gallina.  Nosotros lo hacíamos sonar como un gallo agonizante o una gallina maltratada.  Mónica estuvo practicando por todo el camino hasta poner a prueba la paciencia de su padre(Chepo) que finalmente le dijo a su princesita:-¿Vas a seguir, Mónica?.
Antes de salir de Lares no dejamos pasar la extravagancia de sus helados de sabores peculiares.  Lamentablemente, ninguno se dispuso a comer el de arroz con habichuelas, el de pana o el de maíz... Nos fuimos por los comunes chocolate, tamarindo y fresas.  
Ya cansados pero contentos regresamos a nuestro pueblo más instruidos en la carretera, Arecibo, Barceloneta, Bayamón...Aguas Buenas, pensando en nuevas aventuras.

Monday, May 16, 2011

Cantemos

Las niñas puertorriqueñas también cantan.  En esta ocasión les presentamos la famosa canción de Rafael Hernández.



Campanitas de Cristal

Cuando la brisa de invierno
se cuela por mi ventanita
oigo sonar, oigo sonar.

Como si un ángel 
con manos de seda
en mis campanitas
tocara un madrigal, un madrigal.

Cuando hagan tilín,tilín, tilan
oye qué bonito es el tilín
de mis campanitas de cristal.

Tilín, tilín, tilón.

Campanas que tañen para mí
tan dulce canción.

Reíd, reíd, 
lindas campanitas de cristal
que alegran mis noches de dolor.

Sonar, sonar, sonar.

Solo para mí
solo para mí
campanitas de cristal.

Sunday, April 24, 2011

Introducción


Hola, niños, niñas y adultos que nos visitan. Los invitamos a que compartan con nosotros sus ideas de lo que vean y lean en este espacio.
Este es un lugar para hablar sobre los libros que leemos, las cartas que escribimos y las poesías y versos que inventamos.
¡Bienvenidos, todos!